martes, octubre 18, 2005

Infinita Sound Festival

El primero de octubre se desarrolló el Infinita Sound Festival organizado por Radio Infinita en su primer aniversario. Han pasado mas de dos semanas y no ví ni oí por ninguna parte una crónica del festival, aunque imagino que sí las hubo. El caso es que finalmente, después de mucha publicidad, llegó el primer día de octubre. Me pareció un regularmente buen espectáculo, por lo menos estuvo bien organizado y eso ya es mucho. Desde el principio no me gustó el nombre que le dieron porque abogo por que los nombres de tiendas, bares, revistas, festivales... en fin, de todo o al menos de la mayoría de cosas/eventos debería de ser en español considerando el detalle que somos un país en el cual se supone que es este idioma el medio de comunicación. Casulamente el domingo 2, Arturo Monterroso publicó un buen artículo sobre este tema en elPeriódico titulado "Rabiosamente bilingües"
Los grupos se fueron sucediendo comenzando con Iguana Manga y Entretodos. Estos dos grupos empezaron de buena forma a poner un buen ambiente entre los hasta entonces pocos asistentes. Con estilos muy diferentes, son grupos bastante activos que se les ha escuchado en bares o toques a lo largo del año, por lo que la experiencia pesó para que realizaran un buen papel. El mejor grupo de la noche definitivamente fué Fernando Pérez y su Latin Jazz Band. Todo un conjunto de buenos músicos que nos hizo bailar rabiosamente a algunos pocos que no nos importó mojarnos. Fernando Pérez en algún momento se mostró molesto por algunos problemas en su micrófono. Pero no creo que se pueda culpar a los organizadores de esto porque lastimosamente cayó una lluvia constante toda la tarde y buena parte de la noche que anegó todo el lugar y de plano, algun componente eléctrico fallaría con tanta agua. El plato fuerte era el grupo neoyorquino Si*Se que resultó insulso. Tocó las canciones que tenía programadas sin mucho entusiasmo ni entrega. También se presentó el grupo salvadoreño Anastasio y los del Monte de quienes había escuchado, eran el mejor grupo de reggae de Centroamérica. No me lo pareció así. Si bien tenían todo el aspecto de ser seguidores de los rastafaris y tocar buenos cambios de ritmos, mostraron poca imaginación en las letras. Basicamente se la pasaron repitiendo "Legalícenla, legalícenla" lo cual francamente, ya va sonando un poco trillado. Por último los DJ's invitados pincharon a su gusto y antojo hasta el día siguiente y a la gente ya no le importó que la costumbre sea regresar a casa a la una o dos de la mañana. La gente siguió bailando en buena cantidad hasta las seis. Bien por los organizadores. Fueron previsores e instalaron suficientes toldos, los baños nunca fueron realmente un problema, la comida estuvo al alcance de todos. La bebida no; la fila para conseguir una chela se hizo demasiado larga todo el tiempo. La gente tomó, fumó y se metió de todo y no ví ni oí ningún disturbio, ni pelea. Se respiraba una buena atmósfera de cada quien en su rollo y que llegue la música. Espero que el próximo año sea mejor, invitando a bandas centroamericanas de mas peso y que representen a los mejores exponentes de cada país. El festival tiene el potencial para desarrollarse hacia algo grande.

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