lunes, octubre 31, 2005

El ataque

Los calambres se suceden uno tras otro y el cuerpo ya está tieso. Trepan como arañas y se cuelgan del primer músculo disponible. En estado estático sólo hay espacio para pensar. Llega un último arácnido que decide hacer su tela en el cerebro y comienza a atrapar pensamientos. Algunos los devora y al resto los deja escapar, saliendo como avispas de aguijones penetrantes que luego se insertan en otro músculo, inmovilizando cada vez mas a la víctima. Parecería macabro de no ser porque es un acto de liberación.

No hay comentarios.: