lunes, febrero 20, 2012

Los ojos de Ganesha


Abrimos las ventanas.
Desde lo alto advertimos un mundo inundado
y mientras nos envolvía un aire cálido
los vimos nadando en caravana subacuática.

El agua que vemos es salada, acaso lágrimas, pero no hay miedo. Absortos observamos, yo a tu lado, tú quizás al lado mío, la fina piel del antebrazo que me roza, ahora el hombro, noto que lo llevas descubierto.

*Deliro*

El bebé elefante parece que se ha ahogado y te asustas; a mí lo que me preocupa es que estés triste. La madre ahora llega a ayudarlo, no está muerto, solo está cansado. Aplaudes y ríes. Me dices que quieres un elefante, yo sé que quieres el mundo entero.

Cierro los ojos y siento la fina brisa marina en el rostro, un aire de agua y sal que se lleva éste sueño hasta alguna región de la memoria. Y te recuerdo y siento un mundo inundado en los ojos... y elefantes que lo nadan.

domingo, febrero 19, 2012

Touché



He aquí como se transforma un corazón después de una mordida salvaje

Hic sunt dracones

Si tuviese que hacer un mapa de tu cuerpo dibujaría monstruos terribles, como en los mapas medievales.

lunes, diciembre 12, 2011

Orfeo y el Ave del Paraíso


Cuenta la leyenda que cierto día Orfeo decidió caminar con su lira por una jungla densa, oscura y siniestra. Justo a la mitad del recorrido encontró un ave del paraíso, tan bella e inteligente que se hicieron amigos e incluso amantes. Recorrieron juntos la jungla, el le regalaba la mejor música mientras hablaban de diversos temas, sobre todo del amor, del arte, el teatro y la política. Aunque casi nunca hablaban de Dios, Orfeo llegó a creer que exisitía e incluso lo buscó bajo las alas de aquella ave tan bella y extravagante y pensó que la mera existencia de un ser tan extraordinario podría ser una prueba irrefutable de su existencia. De día el ave se iba por las ramas buscando otros pájaros; Orfeo se ponía a meditar (por aquellos días pensaba mucho en Dante y sus infiernos, casi siempre concluyendo que había que ser un completo y verdadero idiota para bajar a lugares tan tenebrosos por algo tan finito y caótico como el amor).
Una noche Orfeo decidió dormir con un ojo abierto. Pudo ver el pecho del ave abrirse y su corazón desplegar unas pequeñas alas como de luciérnaga. El corazón alado subió hasta la copa de un árbol donde se encontró con un mono bastante feo que dibujaba garabatos en el tronco. Una vez juntos comenzaron a enamorarse y recitar todos los nombres del amor. Aquello, naturalmente, devastó al pobre de Orfeo pero decidió permanecer junto al ave a pesar de las escapadas nocturnas que hacía su corazón pues la amaba demasiado. Siguieron siendo amantes y conversando hasta que una mañana cualquiera decidió que solo habían dos caminos posibles para aquella situación. No tuvo el corazón para enjaular ni cortarle las alas a aquella criatura, la más bella sobre la cual sus ojos se habían posado, asi que simplemente la dejó libre para que no tuviera que estar mandando órganos alados a otras partes ni se tuviera que estar dividiendo en dos.
Después de la fatal separación Orfeo se sentó a la vera de una poza y decidió contarle su historia y sus penas a una planta muy pudorosa que había llegado a beber del agua de aquella charca. Mientras le contaba sus desamores con el ave la planta empezó a mudar de forma hasta llegar a parecerse a un ave. Cuando llegó a la parte donde relataba los encuentros amorosos que había tenido con el ave, la planta no pudo evitar que se le subieran todos los colores al rostro. Desde entonces a la flor de esa planta le llaman "Ave del Paraíso". Después de todo ésto Orfeo fue a buscar a Eurídice buscando consuelo y bueno, ya todos saben como terminó esa otra historia.

lunes, octubre 31, 2011

Tengo urgencia de vos...



y es que algo se rompe en cada instante en que no estás.
Tengo urgencia de tus labios, que son dos ríos caudalosos
aunque sus cauces sean horriblemente caprichosos
y suelan terminar en otras bocas.
Tengo urgencia de vos
se me hace un vórtice que me drena por dentro interminablemente.
Todo lo que importa parece irse para siempre a otro lado
y quedo solo, invadido y desbordado por tu ausencia.

Tengo urgencia de vos
de tus ojos que son luciérnagas
que hacen tifones en Oriente con cada aleteo
(y eso me importa poco)
pero que también hacen terremotos en mi pecho
cada vez que vuelan lejos
(y eso me importa demasiado).
Tengo una urgencia de vos
de tu risa de vidrio que se vuelve catarata
como el canto oxidado del pájaro del bosque.
Tengo ganas de vos con luz y de vos sin luz
y de todo aquello que pienso a tu lado.

Mi urgencia, a fin de cuentas
es vivir con vos todo lo permitido y todo lo prohibido
olvidarme de éste mundo y todos los otros mundos
para construír uno nuevo bajo una nueva luz.

miércoles, agosto 10, 2011

El barquero de Tamara


“Al pasar la barca me dijo el barquero:

las niñas bonitas no pagan dinero.

Yo no soy bonita ni lo quiero ser,

tome su dinero y lléveme usted”


Mamá me contaba historias viejas, cuentos de cosas que pasaron hace mucho tiempo, hace muchísimo tiempo enfatizaba mi mamá, seguramente para que las arañas del miedo no treparan por mis piernitas ni llegaran caminando por la espalda hasta donde comienzan mis trenzas. Bueno, en realidad mamá no me contaba todas esas cosas porque ella las hubiera vivido, las leía de un libro gastado y viejo que tenía fotos de edificios y monumentos en la portada. Habían muchas historias y cuentos en el libro, pero mamá solo me contaba las que eran de fantasmas, “espantos” decía ella, y estaban plagados de gente extraña y loca, gente muerta, diablos y brujas. Como estaba con mi mamá nunca me daba miedo, pero si me los hubiera leído alguien más de plano me hacía pipí. Lo que siempre me parecía extraño era que muchas veces las cosas mas extrañas pasaban cerca de donde había agua: de alguna fuente, de una pila, de algún estanque o de un río. Es una lástima que mi mamá se haya muerto ya porque ahora yo le podría contar una verdadera historia de esas porque ya lo viví.

Mamá murió hace mucho tiempo, papá nunca tuve, tampoco hermanitos y mucho menos dinero. Por eso me metieron a esta casa vieja en donde vivimos todos los niños que somos huérfanos. Acá ya nadie tiene papás pero a veces hablamos de ellos, de lo que hicimos juntos cuando todavía estaban vivos o de cualquier cosa que recordemos. Tamara no, ella nunca habla de ellos, ella dice que habla con ellos. Tamara es la niña mas rara de todos los que vivimos en ésta casa. Tiene una extraña enfermedad en los ojos, pobrecita, los tiene todos blancos y la señorita dice que ella no ve. Algunos niños le tienen miedo pero yo no, yo platico con ella cuando no está cerca de la pila.

Todas las tardes, cuando el sol ya se está yendo, Tamara va a la pila, se sienta en una silla y le platica al agua durante horas y horas. Algunos niños ni se atreven a ir a verla hablar porque les da miedo. Y bueno, tienen un poco de razón porque algunas veces regresa con una monedita de oro. Algunos niños dicen que tiene moneditas enterradas en el patio pero por más que hemos escarbado cuando ella no ve, nunca hemos encontrado nada. Ella dice que sus papás le dan las moneditas.

Cuando Tamara regresa de la pila todos los niños tienen miedo, mucho miedo. Si trae una monedita todos se ponen a llorar. Las señoritas no saben de las moneditas y creen que esas noches todos nos volvemos locos. La noche cuando hay monedita Tamara va a la cama de algún niño, la deja en su mesita de noche y le dice: “es para tu viaje, buen viaje”. Nadie sabe por que pero al niño a quien le da la monedita se le va el miedo, se ponen más tranquilos, como resignados. A la mañana siguiente amanecen muertos la mayoría, si no se mueren en la noche se mueren al día siguiente. Yo se que Tamara no los mata, ella solo les desea buen viaje, a fin de cuentas, la mayoría acá estamos enfermitos.

Hoy Tamara me vino a dejar mi moneda y me siento liviana como una pluma, nunca me dio miedo, no sé bien por qué pero yo ya sabía que ella vendría ésta noche. Una vez oí a un niño decir, antes de irse, algo de un barco.

"Rocío se fue hoy" dijo la enfermera.

"Ya estoy harta de trabajar en un asilo" dijo la otra "siempre viviendo entre la muerte, mañana me busco otro trabajo".

domingo, abril 10, 2011

Navegación estelar


En el horizonte, a la distancia
observo el mástil de tu pequeño barco;
lo pierdo de vista y tiempo después
lo vuelvo a divisar.
Te pierdo y te encuentro
mientras navegamos en el tiempo.
Lo mío es la navegación estelar;
mi astrolabio se guía por
las estrellas que salen de tu boca.

lunes, marzo 14, 2011

Un minuto que no se acaba


El tiempo no es una dimensión confiable, es sólo una referencia usual y gastada.
Entramos y salimos de esa burbuja plateada así como penetramos con cada atardecer al dominio del silencio y de la noche.
Un minuto que hace días me regalaste todavía no me abandona y aún permanece colgado en mi ventana, aún abierta. Con el aire se balancea de un lado a otro entrando y saliendo de la habitación.

Así que lo veo pendular en la duermevela de cada noche desde entonces.
Y aún más, a tu minuto que ahora es nuestro le ha dado por robarme algunas horas de sueño que no he encontrado a la mañana siguiente.

Si pensé en devolverlo, ahora me arrepiento porque le he tomado cariño al gracioso souvenir.
Además en ese minuto estás con ojos seductores, sonriendo mientras juegas a ser una blanca gatita...una pequeña gata con todo el mar en sus ojos.

Debajo de la cama suelo guardar muchos minutos, algunos segundos y unas pocas horas de mi vida a los que les he tomado un cierto cariño.
Pero a veces se escapan y no vuelven mas, y me hacen falta en los días grises de junio.

Los tuyos nunca se han ido, yo los guardo bien: les he puesto la almohada encima.
Ahora duermo menos pero sueño más. Si no puedo dormir te veo en la ventana
No descanso mucho pero me traes paz.

Tu me has regalado días enteros... ¿qué voy a hacer?

(2005)

martes, febrero 22, 2011

El inicio

.

En el inicio todo era negro y violeta. El desierto recién creado era un gigantesco caldo de angustia. Fue allí donde por primera vez nos unimos, éramos solo átomos dispersos. Pero eso tu quizás no lo recuerdes ahora.


lunes, febrero 21, 2011

Lo inesperado


A veces las mañanas te obsequian algo y se vuelven luminosas sin importar que pertenezcan a un lunes cualquiera, a una vida cualquiera...

jueves, febrero 17, 2011

Labiolibélulas


Dos libélulas trémulas, tus labios. Depositadas por un poder antiguo y lejano, empapadas en néctar sagrado; mojadas por el vino traslúcido y espeso.
Tierras fértiles sinuosamente labradas, caprichosamente moldeadas, seductoramente torneadas. Fruto maduro, carnoso, tropical.
Tu libélula inferior sirve de alféizar para tus palabras –bellamente escogidas- y en ella descansan antes de su viaje nocturno hasta el momento preciso, cuando llegan a mi oído de concha marina, donde retumban como olas hasta hacerme desfallecer en ese instante en que muero un poco. Como dos cobras en danza gravitatoria, hipnotizadas e hipnotizantes, me envuelven en la celosía del deseo irrefrenable, se lanzan contra mí, libélulas asesinas -¡oh, dulce muerte! - hasta caer de rodillas, indefenso y feliz de estar indefenso, a merced de la violencia del momento –lo sé, también tu caes- volando juntos, tus libélulas y yo, hasta el dulce infierno del deseo.

jueves, octubre 28, 2010


Sonidos. El llanto de un niño caminando por la calle, la escoba arrastrándose con premura en pasos cortitos, el motor tercermundista de un camión agotado que hace vibrar los cristales de las ventanas, una sirena distante. Toda la vida ha sido igual.
A veces estoy sentado en mi casa, me percato de las voces del mundo allá afuera y me pregunto que hago acá mientras todo pasa afuera. Pero después salgo y me doy cuenta que mi deseo último y soberano es poder regresar vivo y entero para pelearme con mi gata y, con suerte, meterme a la cama contigo y sobarte la panza.

miércoles, marzo 31, 2010

Dos tweets, un post de blog


Primer tweet:
Ayer una mujer en el Café Leon se sentó a la par nuestra. Una habitué. No pidió la carta, saludó a la mesera. Parecía triste, parecía cansada.

Segundo tweet:
Solo intercambiamos una sonrisa. Cuando terminé mi café salimos. Ella se quedó allí, con la mitad de su café y con su vida triste.

sábado, marzo 20, 2010

La luna en tus ojos


La luna en tus ojos
descansando sobre mí
y arañas diminutas
en las puntas de tus dedos

Me gusta el viento que pasa arremolinandose entre nosotros cuando estamos juntos y la mano que inadvertidamente pasa rozandome en su camino hacia el abrazo.

Cangrejos en mi labios
avanzando en pellizcos por tu espalda
y el amanecer
de mi respiración en tu cuello

Ilustración: Osvaldo Chiavazza
http://osvaldochiavazza.blogspot.com

lunes, marzo 15, 2010

Boni y Damaris


Comencemos ésta historia diciendo que Bonet es aún un buen tipo, uno de ésos seres que aún cuando la vida les pasa encima conservan un extraño brillo de luz dulce en sus ojos. Le decíamos Boni en el colegio. Siempre tuvo mucha plata, nosotros le envidiabamos casi todo lo que compraba o le compraban: desde los zapatos italianos que maltrataba jugando fútbol hasta el carro alemán que le regalaron antes de la graduación. Pero Boni, con su educación y modestia daba lustre a la alta alcurnia que le precedía. Hubiera sido imposible para cualquiera de nosotros adivinar que sorpresas le tenía preparadas el destino al bueno del Boni.

Ingresó a la Universidad, estudió durante algún tiempo, se casó; todo muy normal, simplemente lo que se esperaba de alguien de su posición. Al fallecer su abuelo se le heredó la finca de Amatitlán y algunas buenas propiedades en la ciudad. Sin mucha demora, las propiedades fueron vendidas y la plata se fué a cuentas que generaban intereses suficientes para vivir holgadamente, a la altura de los Bonet Braun. Montó una oficina de inversiones, mas que nada para dar la apariencia de que hacía algo con su vida pues no sabía trabajar, nunca aprendió a hacerlo. Fué precisamente allí en donde su vida tuvo que dar un giro brusco que lo agarró totalmente desprevenido. Y digo tuvo porque hay situaciones en las que es tan difícil actuar como se debe y los instintos nos sobrepasan.

Fué en febrero cuando llegó Damaris a solicitar empleo y casi automáticamente se creó un vínculo entre ellos. Ella era de Chiquimula, su trato dulce fué cautivando a Boni sin que él se percatara. Casi sin notar que era lo que pasaba, se hicieron amantes. De la chispa de la pasión que alguna vez existió con su mujer hacía ya algún tiempo que no quedaba nada, Damaris fué sólo el resultado natural de los acontecimientos en su matrimonio.
Primero se veían a escondidas en hoteles cinco estrellas, de la ciudad o la Antigua. Éstos lugares rápidamente fueron reemplazados por hoteles de menor rango por la gran probabilidad de encontrar a alguien que conociera a Boni en los hoteles de lujo. No obstante ésta segunda opción tampoco fué del total agrado de los amantes por lo deprimente de hospedarse en hoteluchos mediocres. Se decidieron entonces por frecuentar los moteles; sin saberlo cometían un craso error.

No necesitaron más que unas cuantas visitas a ésos lugares para que el ambiente les despertara en tropel una cantidad ininmaginable de parafilias. Los juguetes sexuales y el sadismo eran las prácticas más sanas que mantenían en esos lugares, experimentaban con todo lo que podían. Podríamos hablar mucho de las prácticas que realizaban, pero realmente es irrelevante y mi intención es ser breve.
La espiral perversa seguía bajando y no se detenía. De los moteles pasaron a las pensiones de la zona 1. Les excitaban los lugares sucios y peligrosos, las cortinas rotas, el sonido de las ratas. De alguna forma daban un marco más adecuado a las prácticas que realizaban o a lo que sentían por dentro.

Mientras toda ésto acontecía, la esposa de Boni contrataba a un investigador privado. Si al principio los amantes fueron cautelosos, al final eran despreocupados y evidentes. Camila le contó todo lo que sucedía a su suegra un miércoles de octubre y la llevó a la pensión Florencia. Ingresaron custodiadas por sus guardaespaldas, y fueron ellos quienes tumbaron la puerta para encontrar a Boni en una pila de excrementos, con un perro de la calle, con Damaris y una prostituta sexagenaria en una escena dantesca y terrible.

La familia lo desterró, le quitaron todo, no le dejaron un céntimo y Boni sin saber trabajar. Tal vez lo han visto alguna vez, camina por las calles de la zona cuatro con una valija en donde guarda todas sus pertenencias. El sol y las cicatrices ya borraron las facciones finas que alguna vez le identificaban como un Bonet Braun. Creo que el brillo dulce de sus ojos es lo único que sobrevivió como un recuerdo de ésa otra vida que tuvo y que ahora le ha de parecer tan lejana.



lunes, marzo 01, 2010

La visita


Profundo en las entrañas de la esfera
se engendran los sueños que atormentan
Viajan desde las tormentas del mar de fuego
en adamantinos y crueles oleajes

En las extrañas tierras de los páramos nublosos
nadie es amo, nadie controla
la voluntad se vaporiza,
y el entendimiento se esconde

Despertar de un mal sueño, amigos míos
es retomar las propias velas,
digerir las palabras oscuras
después de conversar con tus demonios

Pero llega el día aciago y del éter gris
en que los señores de los sueños te visitan
con sus capas negras y velos pozoñosos
en tu peor momento de debilidad

¡No dejeis de remar!
Tan sólo escuchen,
mis palabras son sólo un lamento
no son presagios ni premoniciones

Cuando la visita termina y la bruma se dispersa
no hay amanecer ni despertar
la luz del sol no abriga ni calienta
la soledad y el vacío son tu única compañía

Compañeros, pronto llegaremos a puerto
permaneced atentos y vigilantes
no hay señales que lo anticipen
pero algún día también os pueden visitar

domingo, febrero 28, 2010

A la más grande de las constelaciones


Yo estaba en la mierda y vos me levantaste, yo eso no lo olvido. Vos sabés que me persigue mi pasado; a veces me alcanza y actúo en consecuencia, asi como ayer. Quisiera borrar muchas cosas, no sé, modificarlas aunque sea, pero no puedo hacerlo.
Sólo quiero recordarte la escultura de Cánova que vimos en el Louvre. La vimos en distintos momentos, lo sé, pero en la blancura de ése mármol está escrita nuestra historia. No levantes el vuelo para alejarte de mí, libélula de los arroyos. Yo siempre voy a encender pequeñas luces para tí en la noche azul y jugaré a escribirte poemas con el dedo alrededor de tu ombligo. Lo que hemos construido no merece éste final, nuestra historia no merece tener ningún final que no sea glorioso.
Hoy solo quiero que vengas a mi lecho y que durmamos juntos.

sábado, febrero 27, 2010

Pequeña caracterización de lo que le acontece a la pareja 556 desde el año de Ignacio Moyano (1816) según Morpy


- Es que detrás de toda esa fachada que proyectás para agradarle a la gente, todo bueno, todo sociable, hay un muro entero de paneles beige llenos de porquería. Todos tus defectos, todas tus debilidades, todo eso que la gente no aprobaría, todo éso solo yo lo conozco, solo yo lo se, solo a mi me lo enseñás y solo yo lo tengo que aguantar. Pero ya estoy harta ¿me oíste? Deberías de ser más honesto y explicar que...

- Vos solo ves esa parte, eso es lo que pasa. No decís que detrás de todo eso malo que ves yo soy bueno en el fondo. Vos solo ves lo que no te gusta y por eso me odiás y ya no querés más refacciones de té de menta con leche. Vos ya no querés nada de mí y te concentrás en esas cosas para justificarte y poder olvidarme de una vez sin ningún cargo de conciencia. No querés hacer un esfuerzo, todo lo querés gratis.
¿Pero sabés que? Toda esa mierda que ves a mí no me importa, esa costra de los paneles de hecho la cargo con orgullo porque son las cicatrices de cuando la vida conmigo ha sido dura, de los momentos en que me ha tratado mal.

- (sonrisa burlona) A vos no te ha tratado mal la vida. Decíme ¿a vos cuándo te ha tratado mal? Todo lo has tenido bien, nada te ha costado.

- Vos crees que no me ha tratado mal porque no has vivido lo que yo.

- No te ha tratado mal la vida a vos.

- Mejor no... ¿podemos dejar ésta prueba hasta acá? No vamos a llegar a ningún lugar, ella ya se puso "así". Ésto es lo que pasa básicamente todo el tiempo.

- Come mierda.

*** FIN DE LA GRABACIÓN ***

domingo, febrero 21, 2010

... en los ojos tenía escondidas dos cabezas de pescados verdes




Y bueno, ayer fui otra vez al teatro. Esta vez al Bellas Artes a ver ... en los ojos tenía escondidas dos cabezas de pescados verdes, del director salvadoreño Fernando Umaña. Aunque hay mucho para comentar voy a tratar de ser tan breve como me sea posible.

Desde el momento de llegada se intuye una obra íntima, muy íntima. Tan íntima que las pocas sillas destinadas al público se encuentran dispuestas sobre el escenario rodeándolo. Y allí un comedor y una cocina; el decorado, a cargo del artista Moisés Barrios, es una obra de arte que queda atrapada dentro de otra (la obra de teatro). Lo más evidente quizás sea el techo en forma de cruz. Hay que mencionar algo que tal vez sea normal en otras partes, pero acá no. Toda la utilería funciona o aparenta hacerlo, desde el lavaplatos hasta el horno. Es solo un detalle de los muchos de la obra, pero le agrega un realismo verdaderamente fantástico.

Hace unos años visitaba pueblos del altiplano; las pinturas y murales de las iglesias de Nebaj o Rabinal me hicieron pensar en como se recuperarían después de las masacres en los pueblos pequeños, en lugares donde todos se conocen. Recuerdo ir caminando, observando la cara de todos los que pasaban a mi lado, pensando que alguno de ellos pudo haberse transformado en asesino durante el conflicto armado y después volver a ser, así sin despeinarse, simplemente en otro poblador mas. ¿Y que pensarían los sobrevivientes o familiares de las víctimas cuando lo veían caminar? ¿Cómo manejaban los sentimientos de justicia o venganza? Todo eso pensaba y seguramente en alguna parte, todo eso pasaba.

Después de la guerra quedaron muchas cosas por contar y por hablar. Obras como ésta o "Las mujeres de Troya" son necesarias para una sociedad que no habla y que calla, para que hable por nosotros. Lastimosamente, los que vamos a verlas casi siempre somos los que no vivimos lo mas duro de esos años. Pero de la obra casi no estoy diciendo nada y ésto se va alargando, así que volvamos a ...en los ojos...

Como decía, la obra se desarrolla en el interior de una casa que puede ser la de cualquier familia que tenga un desaparecido. Los sentimientos hacia la ausencia forzada provocan tantas actitudes como personajes. El olvido, el pretender que nada pasó, el deseo de justicia. Todos los actores se merecen una ovación inmensa por la entrega y el carácter que le imprimen a su papel. Especialmente Magdalena Morales, que interpreta a la madre de Estela, su hija desaparecida. Me imagino que ésta será una obra difícil de presenciar cuando en la propia familia se tiene que lidiar con una situación similar. Pero supongo que así se consigue superar traumas tan grandes como los que deja la guerra. Y para los que no la vivimos en su máxima crueldad, para humanizarnos más y solidarizarnos con los que si lo hicieron.

Teatro Bellas Artes 15 Calle y Avenida Elena zona 1. Viernes y sábados (19 hrs.) y domingos (17 hrs.) de febrero.

Foto: Mural de la iglesia de Rabinal.







martes, febrero 09, 2010

Apollonie


De aquellos días me recuerdo poco. Fueron dos meses en Xela y me recuerdo borracho la mayor parte del tiempo, metido en problemas el resto. Ese día amanecí enjutado y tiritando por el frío, de goma y sin memoria alguna del día anterior. Permanecí unos minutos acostado, solo acostado, con los ojos entreabiertos, buscando reunir las fuerzas necesarias para levantarme. Tenía los puños cerrados, muy cerrados, los apretaba como si deseara que el calor de mi cuerpo no se disipara por las manos.
Abrí los puños lentamente. Poco a poco pude ver que una de mis manos contenía algo, algo color carmesí, ligoso. Abrí los ojos tanto como pude, peleando contra ese sol que se mostraba particularmente violento ese día. Era una muela. Me asusté. Rápidamente la metí en mi boca, buscando el lugar en el que iba, pero no era mía. Deslicé mi dedo índice aún ensangrentado sobre la superficie de mis dientes y no encontré un solo espacio vacío. Era 9 de febrero, día de Santa Apolonia.
La muela la guardé en una cajita de madera, la conservo como una reliquia. Cuando tengo dolor de muelas le rezo a Santa Apolonia frente a la muelita y el dolor se va.