lunes, marzo 14, 2011

Un minuto que no se acaba


El tiempo no es una dimensión confiable, es sólo una referencia usual y gastada.
Entramos y salimos de esa burbuja plateada así como penetramos con cada atardecer al dominio del silencio y de la noche.
Un minuto que hace días me regalaste todavía no me abandona y aún permanece colgado en mi ventana, aún abierta. Con el aire se balancea de un lado a otro entrando y saliendo de la habitación.

Así que lo veo pendular en la duermevela de cada noche desde entonces.
Y aún más, a tu minuto que ahora es nuestro le ha dado por robarme algunas horas de sueño que no he encontrado a la mañana siguiente.

Si pensé en devolverlo, ahora me arrepiento porque le he tomado cariño al gracioso souvenir.
Además en ese minuto estás con ojos seductores, sonriendo mientras juegas a ser una blanca gatita...una pequeña gata con todo el mar en sus ojos.

Debajo de la cama suelo guardar muchos minutos, algunos segundos y unas pocas horas de mi vida a los que les he tomado un cierto cariño.
Pero a veces se escapan y no vuelven mas, y me hacen falta en los días grises de junio.

Los tuyos nunca se han ido, yo los guardo bien: les he puesto la almohada encima.
Ahora duermo menos pero sueño más. Si no puedo dormir te veo en la ventana
No descanso mucho pero me traes paz.

Tu me has regalado días enteros... ¿qué voy a hacer?

(2005)

3 comentarios:

Emilia S dijo...

Tu blog está excelente, me encantaría enlazarte en mis sitios webs. Por mi parte te pediría un enlace hacia mis web y asi beneficiar ambos con mas visitas.

me respondes a munekitacat19@hotmail.com
besoss
Catherine

laotrasoyyo dijo...

Muchas frases perfectas me encanto

Gora dijo...

Siempre agradezco que alguien se tome el tiempo de leer estas cosas. ¡Bienvenida siempre!