Sus canales de distribución sin embargo es uno de sus lastimosos defectos. A pesar de ser gratuita, no se encuentra disponible para la gran mayoría en esta nuestra sociedad tan sedienta de buenas publicaciones.
Y no es que sea muy elitista que digamos, cualquiera puede adquirir uno de sus trimestrales ejemplares, si tan sólo sabe como obtenerla, pero más importante, si tiene el genuino interés de adquirirla y la disponibiliadad de unas cuantas horas para hacerlo. En fin, lleguemos juntos a la conclusión de que casi nadie conoce de su existencia y muchos de los que sí la conocen, no saben cómo conseguirla. Aquí un detallado instructivo de cómo hacerlo:
Usted toma un bus si es lo bastante temerario, un taxi si no es muy desconfiado, un automóvil si es afortunado o una bicicleta si es medianamente deportista y se dirige a la Ciudada Universitaria en la zona 12. Al ingresar a la USAC se dirige inmediatamente al edificio de Rectoría; no puede perderse si tiene como referencia el modesto monumento a Miguel Ángel Asturias que se encuentra frente al edificio.
Atraviesa usted la puerta de entrada dando amablemente los buenos días a los guardias y procurando aparentar que sabe a dónde se dirige porque en caso contrario, si pone cara de turista, tendrá que dejar una identificación. Imagínese el desafortunado caso que no lleva una cédula o una licencia. Tendrá que regresar a casa a conseguir alguna de las dos y repetir todo el proceso una vez mas.
En el centro del edificio encontrará unas muy modernas escaleras de mármol blanco sin pasamanos. Súbalas (cuidado, no se vaya usted a caer) con toda la seguridad de un intelectual. En el segundo piso encontrará una apacible sala. No se detenga a descansar, mejor prosiga su camino y busque otras escaleras. Sí, va usted a tener que subir un nivel más. Cuando lo logre, busque un diminuto letrero al lado de una puerta difícil de encontrar que dice algo así como "Sección de Publicaciones" .
Entre con cara de desorientado y pida indicaciones a la primera secretaria que se le atraviese en el camino. Pregúntele como puede adquirir la revista. Seguramente le indicará otra puerta a la cual deberá llamar. Lo más seguro es que una vocecita le diga: "Adelante". Abra y humildedmente diga que va por la revista de la Universidad. Deberá usted anotar su nombre y número telefónico (puede dar ambos falsos que no hay problema). De forma cordial le preguntarán de dónde viene usted. Puede decir que de Mongolia o Pakistán, pero resultará mucho más creíble si inventa algo así como "la Facultad de Derecho" o la de "Odontología".
Segundos después obtendrá gratuitamente y sin mayor trámite un ejemplar de la susodicha revista para que pueda cómodamente dirigirse a cualquier café a hojearla (mejor si la lee) y disfrutar de ésta magnífica publicación fumandose un cigarrillo para relajarse después de tanto jaleo por conseguir un poco de cultura.
Y no es que sea muy elitista que digamos, cualquiera puede adquirir uno de sus trimestrales ejemplares, si tan sólo sabe como obtenerla, pero más importante, si tiene el genuino interés de adquirirla y la disponibiliadad de unas cuantas horas para hacerlo. En fin, lleguemos juntos a la conclusión de que casi nadie conoce de su existencia y muchos de los que sí la conocen, no saben cómo conseguirla. Aquí un detallado instructivo de cómo hacerlo:
Usted toma un bus si es lo bastante temerario, un taxi si no es muy desconfiado, un automóvil si es afortunado o una bicicleta si es medianamente deportista y se dirige a la Ciudada Universitaria en la zona 12. Al ingresar a la USAC se dirige inmediatamente al edificio de Rectoría; no puede perderse si tiene como referencia el modesto monumento a Miguel Ángel Asturias que se encuentra frente al edificio.
Atraviesa usted la puerta de entrada dando amablemente los buenos días a los guardias y procurando aparentar que sabe a dónde se dirige porque en caso contrario, si pone cara de turista, tendrá que dejar una identificación. Imagínese el desafortunado caso que no lleva una cédula o una licencia. Tendrá que regresar a casa a conseguir alguna de las dos y repetir todo el proceso una vez mas.
En el centro del edificio encontrará unas muy modernas escaleras de mármol blanco sin pasamanos. Súbalas (cuidado, no se vaya usted a caer) con toda la seguridad de un intelectual. En el segundo piso encontrará una apacible sala. No se detenga a descansar, mejor prosiga su camino y busque otras escaleras. Sí, va usted a tener que subir un nivel más. Cuando lo logre, busque un diminuto letrero al lado de una puerta difícil de encontrar que dice algo así como "Sección de Publicaciones" .
Entre con cara de desorientado y pida indicaciones a la primera secretaria que se le atraviese en el camino. Pregúntele como puede adquirir la revista. Seguramente le indicará otra puerta a la cual deberá llamar. Lo más seguro es que una vocecita le diga: "Adelante". Abra y humildedmente diga que va por la revista de la Universidad. Deberá usted anotar su nombre y número telefónico (puede dar ambos falsos que no hay problema). De forma cordial le preguntarán de dónde viene usted. Puede decir que de Mongolia o Pakistán, pero resultará mucho más creíble si inventa algo así como "la Facultad de Derecho" o la de "Odontología".
Segundos después obtendrá gratuitamente y sin mayor trámite un ejemplar de la susodicha revista para que pueda cómodamente dirigirse a cualquier café a hojearla (mejor si la lee) y disfrutar de ésta magnífica publicación fumandose un cigarrillo para relajarse después de tanto jaleo por conseguir un poco de cultura.
2 comentarios:
He venido a dar a su blog vaya uno a saber cómo y me he divertido bastante con las instrucciones que ha dado.
En todo el mundo es igual: La Cultura Es Gratuita Pero De Difícil Acceso.
La verda que si es entretenido y divertido sobretodo dos Palabras odontología y jaleo
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