lunes, febrero 20, 2012

Los ojos de Ganesha


Abrimos las ventanas.
Desde lo alto advertimos un mundo inundado
y mientras nos envolvía un aire cálido
los vimos nadando en caravana subacuática.

El agua que vemos es salada, acaso lágrimas, pero no hay miedo. Absortos observamos, yo a tu lado, tú quizás al lado mío, la fina piel del antebrazo que me roza, ahora el hombro, noto que lo llevas descubierto.

*Deliro*

El bebé elefante parece que se ha ahogado y te asustas; a mí lo que me preocupa es que estés triste. La madre ahora llega a ayudarlo, no está muerto, solo está cansado. Aplaudes y ríes. Me dices que quieres un elefante, yo sé que quieres el mundo entero.

Cierro los ojos y siento la fina brisa marina en el rostro, un aire de agua y sal que se lleva éste sueño hasta alguna región de la memoria. Y te recuerdo y siento un mundo inundado en los ojos... y elefantes que lo nadan.

domingo, febrero 19, 2012

Touché



He aquí como se transforma un corazón después de una mordida salvaje

Hic sunt dracones

Si tuviese que hacer un mapa de tu cuerpo dibujaría monstruos terribles, como en los mapas medievales.